El portavoz de VOX, Francisco Garrido, ha expresado su desacuerdo con la modificación de la ordenanza fiscal que regula el callejero fiscal del municipio, considerando la división en categoría de las calles una «discriminatoria e inadmisible».
Francisco Garrido, en este sentido, ha querido dejar claro que «los servicios públicos tienen un coste que sufragan los vecinos, esto es, sin impuestos no sería posible mantener los servicios que actualmente presta el Ayuntamiento. Por tanto, el debate no es a favor o en contra de los impuestos, sino de cómo se asignan».
Así, el edil de VOX ha criticado la división en categorías de las calles, indicando que «los servicios prestados por el Ayuntamiento no difieren en cantidad ni calidad entre los vecinos de calles con distintas categorías y, si así fuese, sería una asignación injusta ya que supondría una discriminación inadmisible en un municipio regido por el principio constitucional».
Además, ha añadido que «la diferenciación, mal llamada de justicia fiscal, está basada en supuestos subjetivos y arbitrarios desde el momento en que se basa en meras suposiciones. Que, puede ser fiscal, pero en ningún momento es justicia».
Sobre la redistribución de la carga fiscal, Garrido ha argumentado que «no produce los efectos buscados ya que no es posible sufragar con el exceso tributario de las calles de primera categoría los defectos tributarios de las calles de categorías inferiores». De igual forma, ha señalado que «este impuesto penaliza a aquellos que han tenido la visión comercial de instalar sus negocios en calles de mayor afluencia de público, penalizando así la iniciativa empresarial».
Por todo ello, Garrido ha puesto de manifiesto su pesar por la aprobación con la mayoría absoluta de los populares que «sólo parecían defender el interés recaudatorio pese a no primar el interés general de los vecinos de Torremolinos».
Por otro lado, el portavoz de VOX ha querido subrayar su apoyo a la iniciativa para anular la subida del pago de la autovía AP-7 durante la temporada alta y su esperanza de que pueda llevarse a cabo «por el bien de los vecinos y del comercio en la Costa del Sol». Una iniciativa que ha sido aprobada con el voto a favor de VOX, el Equipo de Gobierno y la abstención de los grupos de izquierdas.
Para concluir, Garrido ha querido reseñar que, desde VOX, seguirán trabajando «por y para los vecinos de Torremolinos, luchando contra cualquier medida que consideremos injusta y proponiendo soluciones que realmente beneficien a nuestra comunidad. Continuaremos defendiendo una fiscalidad justa y equitativa que no discrimine a ningún ciudadano ni comerciante por la ubicación de sus negocios o viviendas. Nuestro compromiso es con todos los torremolinenses, asegurando que sus voces sean escuchadas y sus necesidades atendidas».