Sánchez, Albares y Borrell han ejecutado escrupulosamente los planes de Zapatero y el tirano Maduro para perpetuar su criminal régimen. Su objetivo era desde el mismo día 28 evitar a toda costa el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo y cualquier sanción inmediata contra el régimen.
El gobierno español lo tuvo fácil en Bruselas con Borrell y ante la pasiva complicidad de la mayor fuerza en Comisión y Parlamento Europeo, presididas ambas por el Partido Popular Europeo, que no ha hecho absolutamente nada. Solo los grupos Patriotas por Europa y ECR han estado decididamente del lado del pueblo venezolano, con hechos y no la palabrería hueca e ineficiente de otros. Solo ciertas naciones iberoamericanas, con Argentina y su presidente
@JMilei a la cabeza han estado a la altura. Es una vergüenza mundial que recae sobre España y la UE. Y es el colmo del cinismo que pretenda el gobierno de Sanchez presentar su complicidad con Maduro como un acto humanitario hacia el presidente electo y legítimo que no reconoció y a cuyo exilio contribuye decisivamente.