Amaia Martínez, señaló que muchas voces aseguran que en Euskadi se vive mejor que en otras regiones de España y que disfrutamos de mejores prestaciones. Puede ser cierto, pero no hay que olvidar que el País Vasco ya era un territorio históricamente pujante mucho antes de la llegada del Partido Nacionalista Vasco al poder.
El punto de partida era alto. La clave está en saber si el llamado “autogobierno” y su gestión durante décadas han servido para mejorar la economía, la calidad de vida de los vascos y mantener el liderazgo económico que tuvimos en el pasado. Y la respuesta, a la vista de los datos, es rotundamente no.
Cada año, miles de jóvenes vascos, altamente cualificados, abandonan nuestra tierra porque aquí no se les ofrece ni futuro, ni oportunidades. Mientras tanto, el Gobierno vasco y el resto del arco parlamentario han elegido el camino de la ideología verde, del intervencionismo, del clientelismo político y del relato identitario.
El País Vasco necesita un cambio profundo. Y para ello es imprescindible cambiar de timonel.
El PNV y su manido discurso del autogobierno no han servido para fortalecer a Euskadi, sino para empobrecerla. No han apuntalado el liderazgo industrial ni económico; al contrario: la brecha con otros territorios crece, la industria se debilita, los jóvenes emigran y la economía pierde músculo mientras se multiplican los discursos huecos.
Hoy debatimos en esta Cámara sobre el estado de la economía vasca, y lo hacemos mientras contemplamos una Euskadi estancada, subordinada a la ideología y alejada del esfuerzo, el mérito y la prosperidad.
Esta es la realidad. Y este es el resultado de décadas de gestión nacionalista que ha antepuesto la agenda separatista a las verdaderas necesidades de los ciudadanos.
Desde VOX planteamos un cambio de modelo real: sin privilegios, sin nacionalismos y con una economía abierta al talento, al empleo y a la libertad.