El presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, defendió en una reciente intervención pública la postura firme del partido frente a la inmigración ilegal, el auge del islamismo y la inseguridad en determinadas zonas del país. Antelo insistió en la necesidad de deportar a todos aquellos extranjeros que hayan cometido delitos graves, afirmando que “quien viene a delinquir, a robar o a asesinar, no debe permanecer en España”.
Durante la entrevista, Antelo negó que Vox pretenda atacar a una religión concreta. “Esto no va de religiones, va de ideologías”, aseguró. En su intervención, distinguió entre el islam como religión y el islamismo como una ideología extremista que, según denunció, genera sociedades paralelas y atenta contra las libertades fundamentales, especialmente las de mujeres y personas homosexuales.
Asimismo, subrayó que Vox no se opone a que cada persona practique su fe en privado, sino que rechaza la cesión de espacios públicos para actividades que, a su juicio, no respetan la cultura ni la legalidad españolas. En referencia al caso de Jumilla, donde se solicitó el uso de un polideportivo para rezos colectivos, Antelo defendió que los espacios públicos deben dedicarse a fines que reflejen la identidad cultural española y su tradición cristiana, “que es la que ha hecho posible nuestras libertades”.
En un momento del debate, Antelo advirtió sobre el crecimiento del yihadismo en la Región de Murcia, citando informes de los propios sindicatos policiales. “Murcia es una de las principales puertas de entrada de la inmigración ilegal y uno de los focos con más actividad yihadista de Europa”, aseguró.
El dirigente murciano acusó a ciertos sectores mediáticos de manipular los mensajes de Vox y de construir un relato distorsionado. “No se puede seguir troceando las intervenciones para confundir a la sociedad. Lo que defendemos es el orden, la seguridad y el respeto a nuestra cultura”, concluyó.
Vox ha reiterado en múltiples ocasiones que quienes llegan legalmente a España y se integran respetando la ley y la cultura nacional son bienvenidos. Sin embargo, tal como recoge su Programa Económico y de Vivienda, la formación promueve una política de «fronteras seguras» y la remigración de quienes incumplen la ley o rechazan integrarse. Este planteamiento incluye la expulsión de inmigrantes ilegales, delincuentes reincidentes y quienes promuevan ideologías contrarias a la libertad, la convivencia y la seguridad de los españoles.