El portavoz adjunto y presidente de Vox en las Cortes de Aragón, David Arranz, ha reaccionado con firmeza ante la viralización de un tuit que expone cómo varias personas han rechazado empleos remunerados con 1.300 euros netos mensuales por preferir seguir cobrando subsidios o evitar pequeños desplazamientos. “Se busca un país de subsidiados, de votos cautivos y dependientes del Gobierno. Se desincentiva el trabajo, la autonomía y libertad”, ha denunciado Arranz.
Para Vox, este tipo de situaciones no son anecdóticas, sino síntomas de un sistema que penaliza el esfuerzo y premia la dependencia, lo cual pone en peligro el modelo de prosperidad que defiende el partido. En palabras del propio Arranz: “Con Vox, al que rechace trabajos dignos: se le acabó la paguita”.
Desde la formación se insiste en que España no necesita más inmigración masiva ni mano de obra barata, sino recuperar un modelo que priorice al trabajador nacional, incentive el empleo y libere a las familias de la trampa del subsidio perpetuo. Tal como refleja el Programa Económico y de Vivienda de Vox, el empleo debe ser el pilar del bienestar, y para ello es indispensable “acabar con las políticas de subvención masiva y gasto improductivo, al tiempo que se promueven incentivos fiscales para la contratación de españoles”.
Vox apuesta por un sistema que valore la cultura del esfuerzo, recupere el sentido de responsabilidad individual y favorezca la creación de empleo estable y bien remunerado. Bajo esta línea, el partido propone una reforma integral del sistema de subsidios, condicionando las ayudas sociales al cumplimiento de obligaciones básicas como la aceptación de trabajos dignos y la voluntad real de integración y contribución al país.