Álvaro de Lamadrid, manifestó que lo que estamos viendo —y que siempre denuncié con claridad— no es otra cosa que “el peronismo transformado, nunca ausente”. Milei no destruye al peronismo: lo recicla en su propia estructura política. Como dije tantas veces, “el peronismo muta, pero nunca se va”.
Hoy las listas de La Libertad Avanza están plagadas de reciclados: Menemistas, Kirchneristas, ex PRO y Radicales con peluca, tránsfugas y arribistas. Todos oportunistas. Desde aquellos cuadros menemistas que hoy se presentan como “libertarios” tras haber justificado el neoliberalismo de los ’90, hasta los ex kirchneristas reconvertidos, pasando por dirigentes del PRO que buscan un nuevo espacio para subsistir.
Lo más grave es que ya no predominan las convicciones: hoy son más los borocotó, y las excepciones son quienes todavía creen en ideas y principios.
Milei, que prometió dinamitar la casta, terminó abrazándola. Convirtió su espacio en un refugio de oportunistas, de reciclados políticos que cambian de camiseta según la conveniencia.
En definitiva, lo que se ofrece como “nueva política” no es más que el reciclaje de lo viejo: menemistas, kirchneristas y ex PRO disfrazados de libertarios. La Argentina necesita dirigentes con valores firmes, no oportunistas que solo buscan un cargo.