“Frente a discursos de Disneylandia, Melilla sin agua potable”. Así ha reaccionado este jueves el líder provincial de VOX, José Miguel Tasende, a la intervención del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, en el acto institucional con el que todos los melillenses, los que votan PP y los que no, celebraron juntos el aniversario 528 de nuestra españolidad.
“El sistema de la zanahoria en el extremo del palo ya no funciona. No se pueden prometer todos los años proyectos e inversiones deslumbrantes mientras la realidad cotidiana es que los jóvenes no encuentran empleo en la ciudad”, señaló Tasende en una nota de prensa.
Medio millón de turistas en los próximos años
“Imbroda dio cifras muy difíciles de cumplir: 500.000 turistas al año significan 1.369 al día. Cuando venga un crucero muy grande, podrá cumplirse, pero el resto del año, tendrían que aterrizar al menos 23 aviones más de los habituales. Por otra parte ¿dónde se alojarán? ¿Habrá agua en el grifo para ellos?”, insistió Tasende, destacando que “al público que este miércoles quiso abandonar la Plaza de Armas, en el momento del discurso de Imbroda, no se le permitió hacerlo, lo que recuerda peligrosamente a Corea del Norte”.
En opinión de Tasende, este miércoles asistimos a una versión revisada del discurso de investidura que hizo Imbroda en 2023. “No podemos compararlo siquiera con su intervención en el Debate del Estado de la Ciudad porque en la Asamblea no hizo tantas promesas a futuro como las que escuchamos todos en la Plaza de Armas”, añadió.
Hemeroteca implacable
Tasende ha querido destacar que la hemeroteca es implacable con las promesas de Imbroda. “En su discurso de investidura de 2023 dijo que iba a poner en marcha, en seis meses, un hotel en la Casa de Socorro. Hace poco aprobó en la Asamblea destinar ese edificio, que sigue abandonado, a hacer un hub de empresas, que no ha empezado a construirse todavía”.
“También prometió en 2023 que iba a iniciar los procedimientos para construir una residencia en la plaza de San Lorenzo y aprobó ubicarla en la antigua comisaría de la Policía Local. Prometió arrancar de inmediato las obras del edificio de la calle Correos y empezaron este año. Nos vendió que haría un complejo deportivo de 6 millones y un parque de 2 millones en el Cuartel de Santiago y que invertiría millones en 2023 en un centro para personas con discapacidad en la antigua Residencia de Oficiales. “Estamos terminando el 2025 y de lo dicho, nada de nada”.
No salen las cuentas
Volviendo a los datos de Turismo, a Tasende no le salen las cuentas que ha hecho Imbroda sobre los 500.000 turistas que ha prometido traer a Melilla “en los próximos años”. Desde luego no será en el año y medio que le queda de legislatura porque es una cifra poco realista incluso contando como turistas (que no lo son) los 160.500 pasajeros que cruzaron en tránsito por Melilla en la Operación Paso del Estrecho de 2024; los 60.000 bonos turísticos que dice que ha subvencionado entre 2023 y 2025 y los 30.000 cruceristas que promete traer el año que viene, más los 127.000 de 2026. “Aun así faltan muchos viajeros para alcanzar el medio millón”.
“Esto se parece mucho a las cuentas de Marín, cuando nos decía que los bonos turísticos dejan un retorno neto de 12 millones de euros en 19 meses. Hasta dónde hemos llegado. Lo que hay que oír, señores. El discurso de Imbroda fue como los fuegos artificiales que le sucedieron: en cuestión de minutos, pasaron de las luces al humo”, lamentó el también portavoz del Grupo Mixto.
A un año y medio del fin de legislatura
“A falta de un año y medio para el fin de la legislatura, Imbroda vuelve a insistir en que su proyecto de atraer 5.000 estudiantes a la ciudad es posible, cuando ni siquiera se ha hecho la residencia de estudiantes ni se ha terminado la remodelación del edificio de Correos. Es posible, desde luego, pero no con el PP”.
“Que además incluya como logro de su Gobierno los 200 millones que dice que va a invertir en la Ciudad a partir del año que viene, no es serio. Ojalá pudiéramos vivir en la Melilla que está en la cabeza de Imbroda, porque en la Melilla real no hay agua, tenemos más de 7.000 desempleados, los jóvenes emigran, las calles están sucias y sólo hay prosperidad para los mismos de siempre”.
A modo de conclusión, Tasende lamentó que el Día de Melilla haya sido instrumentalizado por un presidente que tras 25 años de promesas incumplidas confunde identidad con partidismo y no respeta las diferencias ideológicas ni la diversidad de opinión que tanto le gusta mencionar en sus discursos. “En la Plaza de Armas nos reunimos los españoles de bien, para honrar a Melilla y a España, no para aplaudir las fantasmadas del Partido Popular”, concluyó.