Cayetana Álvarez de Toledo manifestó en su discurso en la Universidad de la Libertad, que el populista es el burro de Troya de la democracia. Se disfraza de demócrata para reventarla desde el interior.
En una fake democracia populista hay contrapoderes, sí. Pero son de cartón piedra. El populista tolera que exista algo llamado Oposición, algo llamado Congreso y algo llamado Poder Judicial. Pero luego los acosa, los doblega y los anula.
En una fake democracia populista hay contrapoderes, sí. Pero son de cartón piedra. Hay jueces, sí. Pero sirven al Gobierno. Hay un Instituto Electoral, sí. Pero el Gobierno lo controla. Hay leyes, sí. Pero el Gobierno las aplica a conveniencia: látigo para sus adversarios, impunidad para sus amigos. Y también hay periodistas, claro. Pero a unos los compran, a otros los censuran y a los terceros los aplastan.