El presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán Fernández, ha anunciado una importante reducción en el gasto destinado a publicidad institucional, que se ha rebajado en casi un 70% respecto a la cifra que se venía ejecutando en legislaturas anteriores.
Pollán ha recordado que, al llegar a la presidencia en 2022, se encontró con un presupuesto prorrogado que incluía una partida de 665.000 euros para publicidad institucional. “Me pregunté en qué se podía gastar tanto dinero en publicidad institucional dentro del poder legislativo”, ha señalado.
“Lo primero que hicimos fue reducir ese gasto casi a la mitad, dejándolo en 390.000 euros. Con el tiempo comprobamos que no gastábamos ni el 50%, y eso que realizamos numerosas actividades culturales y de promoción ciudadana”, explicó el presidente.
GESTIÓN EFICIENTE Y RESPONSABLE DEL DINERO PÚBLICO
Tras constatar que ni siquiera era necesario emplear la mitad de la partida, Pollán ha decidido volver a reducir el presupuesto para el próximo ejercicio, situándolo en torno a un 30% de lo que se destinaba anteriormente.
“En total, hemos reducido el gasto en publicidad institucional de las Cortes de Castilla y León en casi un 70% respecto a lo que se gastaba antes. Era un exceso injustificado que no tenía sentido mantener”, subrayó.
El presidente ha explicado que esta decisión responde a una política de austeridad, transparencia y eficiencia en la gestión del dinero público, evitando los despilfarros habituales en campañas institucionales.
“El dinero público debe usarse con responsabilidad. Las Cortes no son una agencia de propaganda, sino una institución al servicio de los ciudadanos. Nuestro deber es acercar la actividad parlamentaria a la sociedad sin derrochar recursos”, afirmó Pollán.
“HACER MÁS CON MENOS”
El presidente ha destacado que, pese a la reducción presupuestaria, las Cortes han incrementado su actividad y su presencia pública a través de iniciativas culturales y proyectos de divulgación.
“Hemos demostrado que se puede hacer más con menos. Reducir el gasto no significa reducir la actividad, sino optimizarla y centrarla en lo verdaderamente importante: la participación ciudadana y el servicio público”, concluyó.