El concejal y presidente del Grupo Municipal de VOX en el Ayuntamiento de Barcelona, Gonzalo de Oro, ha hecho una contundente denuncia sobre la alarmante situación de seguridad en la ciudad, revelando datos sobre el origen de los delincuentes que residen en la capital catalana.
De acuerdo con los informes presentados, el 91% de los detenidos por hurtos en Barcelona en 2024 han sido extranjeros, mientras que el 83,5% de los detenidos por robo con violencia y el 74% de los detenidos por tráfico de drogas también son de origen extranjero. Además, De Oro subrayó que 8 de cada 10 detenidos en la ciudad son extranjeros, lo que refleja una tendencia preocupante que ha ido en aumento respecto al año anterior.
«Quiero hacer mención a los datos que sacamos el otro día de seguridad en nuestra ciudad, que son unos datos que ponen la piel de gallina al más pintado», destacó el concejal. Aseguró que estos datos no son inventados ni manipulados por su partido, sino que provienen de fuentes oficiales, como el comisario mayor Josep Lluís Trapero, cuya imparcialidad y credibilidad refuerzan la gravedad de la situación.
De Oro también reveló una comparación que pone en evidencia la magnitud del problema: «Solo la población de Marruecos comete la misma cifra de delitos que las 36 nacionalidades americanas e hispanoamericanas juntas en Barcelona». Aseguró que estos datos reflejan una realidad que los políticos deben afrontar y no seguir ignorando.
El concejal de VOX también mostró su preocupación por el creciente aumento de homicidios en la ciudad, que se han incrementado en un 42%. Asimismo, las violaciones también han experimentado un aumento, lo que agrava la situación de inseguridad en la ciudad.
«Estamos siendo noticia en toda Europa, y no por buenas razones. El incremento de delitos como los robos, homicidios y violaciones está afectando a la convivencia en nuestra ciudad», afirmó De Oro, quien criticó a la clase política que, según él, «cierra los ojos ante esta realidad».
Por último, De Oro anunció que VOX llevará este asunto a la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona, exigiendo una valoración exhaustiva de la situación de la seguridad en la ciudad, ahora que se alcanza el ecuador del mandato. «Si la política sigue negando la realidad, esto no hará más que crecer y tendremos un problema de convivencia muy grave», concluyó.