La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino, ha encendido las redes sociales tras compartir el vídeo de la agresión sufrida por Víctor Manuel Sáez, concejal del PSOE en Lorquí y activista LGTBI, durante una festividad en Murcia. El concejal fue brutalmente agredido por un grupo de jóvenes de origen magrebí mientras era insultado con expresiones homófobas como “maricón de mierda”.
Lejos de limitarse a la condena del ataque, Pérez Moñino ha denunciado lo que considera un “ensordecedor silencio” por parte de los grandes medios de comunicación, las organizaciones LGTBI y el propio Partido Socialista, al que pertenece la víctima. En su publicación, la portavoz se preguntó:
“¿Seguirán diciendo que la amenaza para los homosexuales es VOX? ¿Dónde están ahora los defensores de la diversidad cuando el agresor no encaja en su relato?”
Con esta reflexión, la dirigente madrileña apunta directamente al discurso dominante en materia de delitos de odio, acusando a los medios y a los colectivos progresistas de aplicar un “doble rasero” a la hora de denunciar agresiones, dependiendo del perfil del agresor.
Además, ha insistido en que este tipo de silencio cómplice solo contribuye a aumentar la sensación de inseguridad entre muchas personas homosexuales, y demuestra que la ideología ha primado por encima de los hechos:
“Desde VOX siempre hemos defendido la protección de todos los ciudadanos frente a la violencia, sin importar su orientación sexual ni el origen de quién agrede. Lo que no haremos nunca es blanquear a los agresores por motivos ideológicos o raciales”.
La agresión a Sáez, grabada en vídeo y ampliamente difundida en redes sociales, ha reavivado el debate sobre la seguridad de las personas LGTBIQ+ en España. Desde el Ministerio de Igualdad y algunos sectores del PSOE se ha condenado el ataque, aunque Pérez Moñino ha subrayado que esas reacciones han llegado “tarde, mal y forzadas por la presión social”.
VOX ha aprovechado el caso para denunciar lo que considera una “narrativa selectiva” sobre los delitos de odio en España, y ha reclamado una aplicación rigurosa de la ley para todos los agresores, independientemente de su nacionalidad o perfil social.
Mientras tanto, la indignación crece en redes sociales, donde muchos ciudadanos reclaman coherencia a las organizaciones que dicen luchar contra la homofobia, pero que, según denuncian, guardan silencio cuando los hechos no encajan con su agenda ideológica.