El diputado de VOX en la Junta General del Principado de Asturias, Javier Jové, y la concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Avilés, Arancha Martínez Riola, comparecieron en rueda de prensa ante los medios informativos para denunciar su preocupación “por la deriva totalitaria y por la manipulación y el uso de la historia con fines políticos” al tiempo que rechazaron medidas como “la carta coercitiva” que han recibido las comunidades de vecinos “para la retirada de las placas del antiguo Instituto Nacional de la Vivienda”, como ha sucedido en Avilés, porque este requerimiento “no tiene base legal”.
Javier Jové acusó a la alcaldesa de Avilés de “amedrentar a los vecinos mandando cartas amenazadoras” e hizo un llamamiento “a cualquier comunidad de vecinos de Asturias que haya recibido cualquier comunicación por parte de la Administración pública, similar a la de Avilés, que lo comunique a nuestro partido. La historia debe quedar al margen de la política, quedar para los historiadores de la contienda partidista” y añadió que “una sociedad democrática no puede permitir que el poder político fije relatos cerrados, simplificadores o maniqueos o que busque fijar una Verdad o una Historia Oficial, más propio de una distopía orwelliana”.
El diputado de VOX advirtió que las izquierdas “quieren agitar viejos odios y miedos ya superados. Enfrentar a la sociedad y deslegitimar al adversario político” y por eso “apelamos a los valores de concordia, convivencia y tolerancia que impulsó la Transición”. Con todo ello aseguró que “la ley de la Memoria democrática es una intolerable intromisión del Estado en la conciencia de los españoles, al pretender moldear su memoria individual, impedir la libertad de opinión y la libertad de cátedra. Su derogación es una exigencia moral y democrática, hay que evitar que desde las instituciones y con dinero público se haga política de hechos que sucedieron hace casi 100 años”. En este punto recordó que el Grupo Parlamentario VOX Asturias presentó en octubre de 2023 una iniciativa que pedía “la derogación de la ley regional de ‘desmemoria’ democrática, solicitud que reiteramos en el pasado Debate del Estado de la Región en otra propuesta de resolución. Con esta ley de enfrentamiento se discrimina a los muertos, creando muertos de primera y de segunda; se niega el recuerdo. No les interesan los Héroes del Simancas, los mártires de Turón, Nembra, Somiedo, Oviedo, Navelgas o los 120 civiles muertos en el edificio Chorín de Oviedo. Es una ley que solo busca enfrentar a los asturianos y regar con ingentes subvenciones a los chiringuitos de amigos”.
Además, puso cifras a estas afirmaciones ya que “casi se ha triplicado el presupuesto destinado a desmemoria democrática, pasando de 259.000 a 691.000 €, situación que casi cuatriplica el gasto en personal, pasando de 56.000 a 195.000 €”, remachó Javier Jové.
Por su lado, la portavoz municipal de VOX Avilés, Arancha Martínez Riola, manifestó que “dejando atrás la Historia, y en base a los artículos en los que se quiere apoyar este asunto, partimos de la base que la concejal de Vivienda y Memoria Democrática del Ayuntamiento de Avilés, por mucho que le moleste, carece de competencias para la retirada de ningún elemento en fachadas particulares ya que, de acuerdo a la ley, sólo la Consejería tendría dicha potestad”.
Pero, además, incidió Martínez Riola en que “los elementos a retirar deben formar parte de un catálogo que no existe, y al no existir no contiene ningún elemento, mucho menos las placas en propiedades privadas de las fachadas que no exaltan ningún régimen, sino que son meramente informativas sobre el régimen de protección oficial al que dichas viviendas estaban sometidas”.
Finalmente, aseguró que “la construcción de viviendas en los años 50 del siglo pasado para colectivos desfavorecidos por parte del Instituto de la Vivienda no se puede considerar como ‘una exaltación de la sublevación militar y de la dictadura, sus dirigentes o participantes’, como dice la ley” y considera que con la pretensión de querer retirar este tipo de placas se busca “ocultar que las políticas de vivienda de aquel entonces dejan en evidencia a los gobiernos que se llaman y presumen de ser progresistas porque los datos actuales de creación de vivienda pública quedan en ridículo comparados con los de esa etapa que tanto detestan”, concluyó Arancha M. Riola.