Todos han de ser supervisados por la Diputación de Álava, se trata de confirmar si hubo dejación de responsabilidades o desidia a la hora de actuar ante las irregularidades denunciadas.
VOX ha solicitado en las Juntas Generales de Álava la comparecencia de la diputada foral de Cultura y Deporte, Ana Del Val, para que dé explicaciones acerca de “los lamentables sucesos en el campamento de verano de Bernedo”, para que confirme que se ha producido una negligente dejación de responsabilidades o si ha sido la desidia institucional la que “ha hecho que fuera posible lo impensable en un campamento que debería haber supervisado la Diputación”.
Jonathan Romero, juntero de Vox en la provincia, ha registrado la correspondiente solicitud de comparecencia con la pretensión de que Del Val explique “qué conocimiento tenía de la forma de proceder de la asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea, si recibía o no subvenciones públicas para realizar sus campamentos, además de los motivos por los que no realizaron inspección alguna una vez conocido lo que sucedía en Bernedo”.
Romero ha señalado, además, que “es urgente y más necesario que nunca conocer los protocolos de seguridad y bienestar infantil que la Diputación Foral de Álava exige que se cumplan en campamentos de las características del de Bernedo, además de las medidas que se van a poner en marcha para evitar que sucesos tan lamentables se vuelvan a suceder”.
Es preciso recordar que en el campamento organizado por la asociación en cuestión, tal y como hemos podido saber a través de los medios de comunicación, los menores eran expuestos a situaciones tales como ser obligados a utilizar duchas mixtas en compañía de monitores desnudos, “prácticas que han generado una enorme alarma social y que ponen en cuestión los mecanismos de control de la Diputación Foral de Álava”.
El juntero alavés de Vox ha recordado que “la propia diputada reconoció públicamente, tras negarlo en un primer momento, que la la administración foral alavesa tenía conocimiento de la existencia de estos campamentos, aunque justificó la falta de supervisión con excusas inaceptables en el sentido de que no puede ir por todos los pueblos”.
Son, a su juicio, “declaraciones intolerables que reflejan una actitud reactiva e irresponsable en lo que a la protección de los menores se refiere”, un comportamiento que entiende que compromete la confianza de la ciudadanía en el buen hacer de la institución foral.
Y ha descartado que estemos ante un hecho aislado. Jonathan Romero sostiene que sucesos como los acontecidos en Bernedo “son un ejemplo nítido de cómo la ideólogía de género, respaldada por todos los partidos políticos que han hecho del buenismo su forma de proceder, se ha impuesto también en espacios de ocio infantil, pervirtiendo y confundiendo a los menores con prácticas que atentan contra su seguridad, su dignidad y su desarrollo profesional”.