La diputada María Luisa Ramón, precursora de esta moción, ha recordado que “las abejas cumplen un rol fundamental en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la diversidad”, así como que “la polinización es esencial para que las plantas en flor produzcan cualquier tipo de semillas y de frutas”.
Las abejas son insectos polinizadores altamente eficaces debido a que tienen el cuerpo lleno de pelos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen cuando entran en una flor, visitan solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes y, también, recogen cantidad suficiente de polen para su propio alimento y también para las necesidades de la colonia. En una sola jornada, una abeja puede visitar miles de flores de una misma especie, esparciendo gránulos de polen por todas las flores.
“La adecuada polinización no sólo aumenta el rendimiento, sino que también mejora la calidad de la fruta”, ha señalado Ramón, es por ello que “la desaparición de la abeja polinizadora o la disminución considerable de su cantidad supondría una pérdida para la diversidad y calidad alimentaria”, y es que “la tercera parte de los alimentos consumidos por el hombre son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas”.
Lamentablemente, “las prácticas intensas en la agricultura disminuyen el número de polinizadores naturales, incrementando paradójicamente la necesidad de estos”, ha explicado la diputada.
Los campos extensos incrementan la necesidad de polinización, mientras que una cosecha está floreciendo, sin embargo, disminuye la capacidad de la población de insectos locales de polinizar adecuadamente.