Ignacio Hoces: «Cuando alertamos del colapso energético, nos llamaron alarmistas».
Ignacio Hoces, Diputado Nacional de VOX por Badajoz, ¿Bueno, es absolutamente bochornoso, no? Lo ocurrido con el apagón no solo es grave por sus consecuencias económicas y humanas, sino por la actitud del presidente del Gobierno, que ha vuelto a demostrar su incapacidad para asumir responsabilidad alguna.
Comparar muertos según su causa, como se ha hecho hoy, es de una brutalidad tremenda. Pero no nos sorprende. Sabíamos que escucharíamos lo de siempre: mentiras, cinismo y ataques a la oposición, en particular a VOX. Pedro Sánchez no cambia. Si sube el precio de la vivienda, culpa a los pequeños propietarios. Si los salarios no alcanzan y la cesta de la compra sube, culpa a los empresarios. Y ahora, con esta catástrofe energética, la culpa es de los operadores privados.
Red Eléctrica Española es una empresa mixta con capital público, es decir, con dinero de todos los españoles. El Gobierno está implicado directamente en su gestión. ¿No debería entonces asumir alguna responsabilidad por la caída de un servicio esencial? La electricidad no es un lujo, es una necesidad vital, tanto para la vida económica como para la familiar.
Lo más preocupante es la falta total de claridad. ¿Cómo puede decir que sabremos qué ocurrió dentro de seis meses? ¿Por qué no en dos días? ¿Qué es lo que tiene que ocultar? Desde VOX venimos advirtiendo de este riesgo desde hace años. Lo hemos planteado tanto en el Congreso como en el Senado, y siempre recibimos la misma respuesta: que era un bulo. Así lo dijeron desde el Ejecutivo y sus medios afines. Incluso la presidenta de Red Eléctrica aseguró que en España era imposible que sucediera un apagón.
Y ahora que ha sucedido, con la economía paralizada, familias desesperadas y muertos sobre la mesa, ¿quién se hace cargo? El presidente, como siempre, se lava las manos. Pero la realidad lo desmiente. Desde VOX llevamos tiempo planteando propuestas para evitar este escenario: revitalizar la industria nacional, garantizar un plan de soberanía energética real, y sí, apostar por la energía nuclear, que Sánchez se empeña en demonizar, sacrificando con ello la estabilidad energética del país.
Los españoles no necesitan más excusas ni más culpables ficticios. Necesitan un Gobierno que garantice servicios esenciales y que dé la cara cuando las cosas fallan. Y ese Gobierno, claramente, no es el de Pedro Sánchez.