Álvaro de Lamadrid: «Los Milei recortan donde duele: jubilaciones, salud infantil. No se puede ser más canalla».
Álvaro de Lamadrid, Parlamentario del Mercosur, denuncia: “La revolución cultural de los chantas es una farsa que oculta una verdad evidente: ahora los que cobran del Estado son los amigos y súbditos de los Milei y compañía.”
En nombre de una supuesta “revolución liberal”, el gobierno de los Milei ha montado una farsa política que combina cinismo, nepotismo y caja pública. La autoproclamada lucha contra la casta es, en realidad, una sustitución de apellidos: ahora los que cobran del Estado son los amigos y súbditos de los Milei y compañía.
Solo hay que mirar lo que pasa en el Hospital Garrahan, donde trabajan 473 empleados administrativos para atender a miles de chicos. ¿Qué hizo Karina Milei, la hermana del presidente, cuando asumió como Secretaria General de la Presidencia? Nombró 269 nuevos empleados. Todos ellos cobrando sueldos de privilegio y sin necesidad de atender ni un solo paciente. Mientras tanto, el hospital sobrevive con salarios entre tres y cinco veces más bajos.
La estructura que maneja Karina Milei tiene asignados 82 mil millones de pesos del presupuesto nacional. No hay eficiencia, ni transparencia: hay acomodo.
Lo mismo pasa en la Secretaría de Comunicación que lidera Manuel Adorni, convertido en vocero y empresario estatal de memes y trolls. Allí se nombraron 250 nuevos empleados, entre amigos, familiares y militantes de la libertad de cartón. Adorni maneja otros 30 mil millones de pesos, y ha transformado el aparato de comunicación pública en una PyME libertaria al servicio del relato presidencial.
Y esto es solo la punta del iceberg. El verdadero pozo negro del Estado está en las cajas: SIDE, AFIP, PAMI, YPF… donde conviven libertarios, massistas, camporistas y kirchneristas, todos unidos por el botín y la impunidad.
Los Milei le mienten hasta a sus médicos. Hablan de motosierra, pero operan con bisturí para abrirle espacio a los suyos. Hablan contra la casta, pero la reproducen. Hablan de libertad, pero concentran poder y plata como nunca antes.
Esto no es una revolución, es una estafa ideológica. Una operación de marketing construida sobre el ajuste al ciudadano común, mientras los privilegiados de siempre —ahora con nombres nuevos— se reparten el Estado.
Álvaro de Lamadrid: «La ineptitud del Gobierno es evidente; la deuda no soluciona nada».
Álvaro de Lamadrid, parlamentario del Mercosur, ha lanzado una dura crítica contra la gestión económica del gobierno argentino, destacando la ineficacia de las políticas implementadas tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Pese al acuerdo con el FMI, la inflación sigue creciendo, ahora triplicada en apenas un año, y el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados continúa cayendo en picada,” expresó de Lamadrid en su intervención. Según el parlamentario, la política del gobierno no está resolviendo los problemas estructurales del país, sino que ha empeorado la situación económica.
De Lamadrid se mostró especialmente crítico con el impacto de las devaluaciones en los jubilados y trabajadores: “Hoy, más de 5 millones de jubilados apenas cubren el 30% de sus necesidades básicas, una situación insostenible que pone de manifiesto la ineptitud de un gobierno que opta por tomar más deuda en lugar de generar soluciones reales”. La segunda devaluación en 16 meses ha sido otro golpe al poder adquisitivo, según de Lamadrid, que denuncia el efecto devastador en los sectores más vulnerables de la población.
Además, de Lamadrid apuntó a la falta de objetivos alcanzados por el gobierno y subrayó que los únicos que parecen beneficiarse de esta situación son los integrantes del kirchnerismo: “Los únicos que vienen logrando objetivos con la administración de Milei son CFK, Massa y la Cámpora. Esto es una muestra más de la política de atajos y parches que no resuelve nada”.
En su análisis, el parlamentario del Mercosur también advirtió sobre el crecimiento del autoritarismo, la violencia institucional y la corrupción como resultados de la gestión actual. “No se trata solo de economía, sino de una crisis institucional que cada vez es más evidente en el país. La estrategia del gobierno no hace más que profundizar la falta de confianza en las instituciones y en el futuro de los argentinos.”
Un llamado a la acción
De Lamadrid concluyó señalando que la situación actual de Argentina es el resultado de una política económica irresponsable, que ha incrementado la deuda sin ofrecer respuestas efectivas a los problemas reales. “El país necesita un cambio real, no políticas de parche que solo sirven para maquillar una crisis que sigue sin solución.”