Paloma Gómez: «La inseguridad no es casualidad, es el resultado de las puertas abiertas».
La senadora de VOX por Andalucía, Paloma Gómez Enríquez, ha cuestionado al Ejecutivo por la inseguridad que la inmigración ilegal está generando en las calles españolas. Y ha acusado al bipartidismo de dedicarse sólo a una cosa: «Traer a delincuentes con políticas de puertas abiertas. De países donde, además, la mujer no vale nada».
Para Gómez Enríquez, tras las agresiones, como la ocurrida hace una semana en Hortaleza a una niña, no basta con trasladar solidaridad, sino que hay que señalar a los responsables de semejantes aberraciones. Así, hay que hacer saber a la clase política, «que permanece pasiva», que existen dos realidades incontestables: las mujeres viven más inseguras que nunca, y los españoles, que cada vez pagan más impuestos, están abandonados.
La senadora ha acusado al Gobierno de no respetar las leyes, y de situarse en pro de la esclavitud del tercer milenio. Y ha insistido en el abandono del Gobierno a los barrios, al proteger a los delincuentes » ocultado datos reales del aumento exponencial de la delincuencia en nuestras calles».
Así, ha insistido en que «hay que expulsar a todos los inmigrantes ilegales y también a quienes, a pesar de estar regularizados, cometan delitos en España». Porque, ha asegurado, desde VOX ,»nos negamos a que el bipartidismo siga convirtiendo nuestras ciudades en vertederos de las políticas migratorias».
Federici: «Ficha Limpia no es prioridad porque molesta a los que mandan de verdad».
Mariano Federici, ex titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), señaló que lo que ocurrió anoche en el Senado de la Nación con la Ley de Ficha Limpia no es producto del azar ni de diferencias ideológicas. Es parte de una lógica mucho más profunda que lleva años en marcha: una resistencia estructural a cualquier intento serio de transparencia y rendición de cuentas.
Desde hace más de un año venimos viendo cómo se desmantelan, pieza por pieza, los mecanismos institucionales que permiten investigar, sancionar y prevenir la corrupción. La remoción de las autoridades de la UIF, la eliminación de su rol querellante en causas penales clave y el ataque constante a quienes nos enfrentamos al delito financiero desde el Estado forman parte de ese proceso.
En ese contexto, no sorprende que la iniciativa de Ficha Limpia haya sido bloqueada sistemáticamente, incluso por quienes en campaña aseguraban apoyarla. Porque esta ley, que impediría que personas con condenas por corrupción accedan a cargos públicos, no solo pondría fin a una anomalía jurídica y ética, sino que tocaría intereses concretos de actores que hoy negocian el poder real.
Ficha Limpia incomoda porque deja en evidencia lo que muchos quieren ocultar: que el poder político y el poder judicial, lejos de funcionar como controles recíprocos, a menudo operan en alianza para garantizar la impunidad. Esa es la verdadera razón por la que la ley no avanza. No es por fallas técnicas, ni por tiempos legislativos, ni por priorización de agendas. Es porque amenaza el pacto de supervivencia que sostiene a buena parte del sistema.
La ciudadanía exige un cambio profundo. Ficha Limpia no es una consigna vacía, es un punto de partida elemental para recuperar la confianza. Si ni siquiera estamos dispuestos a poner un límite claro a los corruptos condenados, entonces no hay reforma posible.
Quienes bloquean esta ley no defienden la institucionalidad, defienden privilegios. Y la historia les pasará factura.